sábado, 1 de noviembre de 2014
En Mèxico, Ayotzinapa: "La vida no vale nada"
Por: Arnaldo Guedez.Militante de la RNC, historiador y profesor universitario.
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"Pobrecito México tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos" (Benito Juárez)
Ayotzinapa es una localidad del Estado de Guerrero en México, quizás el nombre de Ayotzinapa nos parezca extraño a los occidentales no familiarizados con las lenguas de los antiguos pobladores de México y Guatemala, pero en estos momentos es uno de los pueblos más nombrados por una desgraciada razón: la desaparición por parte del gobierno mexicano de más de cuarenta estudiantes normalistas. La criminal acción se perpetró en el mes de septiembre y hasta la fecha no hay responsables, mientras los familiares, gran parte de la sociedad mexicana y la comunidad internacional siguen clamando porque aparezcan vivos los desaparecidos.
Este caso como otros menos publicitados colocan al Estado mexicano como un estado forajido o en palabras de Fernando Buen Abad: “Estado fallido”. El “gobierno” de México ha convertido al país en un “estado fallido”, en una bufonada grotesca de gerentes neoliberales con avaricias insaciables, dispuestos a cualquier crimen para mantener secuestrados los poderes que son del pueblo, de la clase trabajadora… de la mayoría".
La disidencia política, así como el pueblo en general cuando se atreve a enfrentarse a las políticas hambreadoras de los regímenes neoliberales, siempre encontrarán la única respuesta que éstos saben dar: la represión y los asesinatos. Ya en Venezuela tenemos experiencia en este tipo de acciones, léase el Caracazo, donde fueron asesinadas miles de personas que salieron a protestar contra las medidas neoliberales aplicadas por el tristemente célebre Presidente Carlos Andrés Pérez.
Pareciera que el crimen es un lugar común en México, país que los norteamericanos han decidido convertir en su verdadero patio trasero, para arrojar allí todo su estiércol representado principalmente por bandas de narcotraficantes. Es un Estado fallido con un pueblo adormecido por unos medios de comunicación especialistas en alinear la conciencia; es en ese carrusel de la vida en el que se encuentra sumido nuestro hermano país. La vida de los mexicanos es muy parecida a la situación descrita por el ingenio de García Márquez cuando en aquellos carnavales de Macondo en los cuales por el simple grito ¡Viva el partido liberal! Y ¡viva el Coronel Aureliano Buendía!, se desató la más brutal represión contra el pueblo de Macondo: "Las descargas de fusilería ahogaron el esplendor de los fuegos artificiales, y los gritos de terror anularon la música, el júbilo fue aniquilado por el pánico. Muchos años después seguiría afirmándose que la guardia real de la soberana intrusa era un escuadrón del ejército regular que debajo de las ricas chilabas escondían fusiles de reglamento. El gobierno rechazó en un bando extraordinario y prometió una investigación terminante del episodio sangriento. Pero la verdad no se esclareció nunca, y prevaleció para siempre la versión de que la guardia real sin provocación de ninguna índole, tomó posición de combate a una seña de su comandante y disparó sin piedad contra la muchedumbre" (Márquez .G.) Estos párrafos corresponden al carnaval de Macondo en Cien años de soledad.
La escena narrada por el Gabo en nada tiene que envidiar a la grotesca situación ocurrida en México donde se aplica la canción de José Alfredo Jiménez: "la vida no vale nada".
Según un escrito de Buen Abad: "Lo ocurrido en Ayotzinapa, no encontrará justicia y castigo bajo las condiciones actuales. Es suicida pensar que los verdugos instrumentarán un juicio justo contra sí mismos y es impensable terminar con todas las muertes y los hurtos de los que somos víctimas por los “cauces políticos”, que hasta hoy han demostrado ser siervos del capitalismo más depredador."
Mientras tanto, desde los rincones de este mundo cada día más pequeño, seguiremos gritando y exigiendo a ese gobierno de papelillos y lentejuelas, que regresen con vida los que amamos tanto.
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