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lunes, 3 de noviembre de 2014

Maduro y la sinceridad para gobernar

Arnaldo Guédez Historiador y Profesor Universitario. En algunas ocasiones hemos oído al Presidente Maduro decir de una forma muy sincera, que en Venezuela nadie estaba preparado para sustituir al Comandante Chávez en el gobierno, y eso a todas luces es bien cierto. Igualmente, este trabajador venezolano ha dicho: "quisiera que ustedes estuviesen un momento en mis zapatos", refiriéndose a quienes desde las filas de la revolución incesantemente critican las políticas que se implementan. La ausencia física del liderazgo de Chávez es una cuestión muy notoria no sólo para los chavistas y revolucionarios, de igual forma lo es para la oposición que únicamente estaba acostumbrada a vivir del odio profeso contra el líder de la Revolución Bolivariana. También para el continente y las fuerzas progresistas del mundo es evidente su ausencia, aunque los triunfos electorales del movimiento continental que Chávez comenzó en los pueblos de Nuestra América, siguen ratificándolo. Pareciera que este continente despertó definitivamente. Pero con el paso del tiempo, hemos notado que desde aquella noche del 8 de diciembre del 2012, la decisión del Presidente Chávez de dirigirse a la nación y orientar al pueblo a que en caso de su ausencia debía suplírsele con Nicolás Maduro, fue uno de los más importantes aciertos del Comandante. La decisión permitió mantener la unidad en el seno del pueblo y en las filas revolucionarias, también se logró infringirle otra derrota a la oposición que se creyó el cuento de que la ausencia de Chávez podría detener el proceso y con ello, darle la oportunidad a las fuerzas del pasado de volver; pues no fue así, el pueblo continúa fiel a su lucha histórica y llevó a Miraflores al primer presidente obrero que ha tenido este país. De allí en adelante la historia es reciente, a Nicolás Maduro le ha tocado enfrentar la más terrible guerra económica que se haya lanzado contra país alguno en la historia contemporánea, de igual forma, ha tenido que enfrentar intentos desestabilizadores llevados a cabo por terroristas y paramilitares que a su vez, son orientados por la oposición de extrema derecha; todo esto ha sido una constante. Es un hecho fehaciente, que estamos viviendo el tiempo de una revolución asediada no sólo por las fuerzas de la derecha del país, sino por su principal aliado: el imperialismo norteamericano. Pero hemos visto la firmeza de Nicolás Maduro al frente del proceso revolucionario, su llamado permanente a la paz ha evitado que los agoreros del desastre inunden al país con  una ola de violencia innecesaria. Algunos se preguntan ¿qué está haciendo Maduro ante los problemas concretos de escasez, colas y ausencia de algunos artículos de primera necesidad? Para responder esto podríamos preguntarnos de igual forma, ¿es que acaso mantener la paz de un país asediado no es suficiente? Pero a quienes no les complace esta respuesta, podemos decir concretamente qué cosas ha hecho el gobierno de Nicolás Maduro en los últimos días contra el terrorismo económico: Han metido presas a más de 1200 personas por contrabando, han desmantelado más de 119 bandas delictivas dedicadas a estas  actividades, han decomiso más de 27 mil toneladas de productos de primera necesidad subsidiados por el Estado venezolano que eran trasladados a Colombia, han incautado más de 7 millones de litros de gasolina y otro de combustibles subsidiados por la nación que tenían como destino ser llevados de manera ilegal al vecino país, han decretado una ley que establece penas hasta de 12 y 14 años para quienes sean capturados cometiendo estos delitos; también está prohibida la venta de artículos de primera necesidad y medicinas a los vendedores ambulantes y buhoneros. … Y todavía hay quienes dicen: “Maduro no ha hecho nada”. Este mensaje ha sido enviado gracias al servicio BlackBerry de Movilnet

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